Cuando te adentras en el mundo boda, ante “tu primera vez”, es como cuando empiezas una relación. Al principio, sientes mariposas en el estómago, y todo se ve fácil y maravilloso. Después, según vas entrando en materia, ves que las cosas no son tan fáciles. Hay que trabajar esa boda, día a día, para que todo funcione bien (como antes, igual que en una relación ;)).
El día de la boda
Por otro lado, en tu primera vez, llegan los agobios puesto que el tiempo va por un lado y tú por otro. Y esa sensación aumenta, de manera exponencial, cuanto más se acerca el día B. Encima, mientras tú estás en modo boda, la gente sigue con su vida normal. Como si tu boda no fuese la más importante del mundo!!! A tí te da la sensación de que esa gente va a la suya, no tiene nada que ver contigo. De repente, lo que dicen tus amig@s se vuelve menos interesante. Tus amigas hablan de lo que se van a poner en nochevieja, y a tí solo te importa lo que se pondrán el día de tu boda.
Y cuando vas a una cafetería con ell@s y te hablan, en lugar de estar pendiente de la conversación, estás pensando en como se sentarán los invitados en el restaurante, y que todo el mundo esté cómodo, cosa realmente difícil y que da más quebraderos de cabeza de los que tenías previstos inicialmente. Que si este invitado no quiere sentarse con este otro, que si a la tía Loli hay que invitarla aunque lleves 15 años sin verla, y un larguísimo etcétera. Y cuando alguno de tus amig@s pide tarta, parece que estén hablando de la tarta de tu boda. Te dan ganas de explicarles la cantidad de dudas que tienes sobre ese tema, y otros muchos. Porque lo que necesitas es hablar de tartas, vestidos, zapatos, invitaciones, etc.
Disfruta todos los momentos
Ahora mismo, ante tu primera vez tienes esa sensación de querer que todo pase cuanto antes, pero mi consejo es que disfrutes de todos esos momentos. Seguramente todo el mundo os lo dice constantemente, pero es algo que tenéis que hacer, disfrutar cada momento de la preparación de la boda igual que de la propia boda. Yo fui de esas novias que solo quería que pasara el día de mi boda cuanto antes, que no le daba mucha importancia a según qué cosas. Con deciros que cuando fui a comprar el vestido con mis amigas, se los sacaban a ellas porque pensaban que eran ellas las que se casaban. Y cuando me señalaban, la dependienta soltaba: “Oh, ¿ella?”. Nunca supe lo que querían decir ;).
Pero eso sí, luego pasas tu vida recordando todo lo que no hiciste y otros decidieron por tí. Como por nuestro trabajo vemos muchas bodas al cabo del año, ves muchas buenas ideas, y piensas que podrías haber cambiado o mejorado. Piensas en cuando has ido a una boda, y te han servido la tarta, y en ese mismo momento, nada más verla delante de ti, mirándote, casi diciendo “cómeme, cómeme”, has pensado en las cartucheras y en las horas de gimnasio que necesitarás para deshacerte de ella, pero… ¡Ay cuando te casas! Cada trozo de tarta que ves abandonado en un plato es como un puñal que se clava, jajaja. Con el amor que tú habías depositado en esa tarta, y lo que te había costado decidirte por ella. Porque la otra de chocolate era demasiado dulce, o la de fruta, aunque estaba buena, paraba un poco seca.
Disfruta de tu primera vez
¿Pero sabes qué? Aunque es tu primera vez, tu boda es el día en el que podrás juntar a la gente que quieres. Y toda esa gente estará ahí solo por ti y para ti. Hazme caso y no vivas ese día como algo agobiante. Al fin y al cabo, es tu primera vez… o no? 😉
Perdonad si he hablado mucho de tartas, pero llevo dos semanas a dieta y no dejo de pensar en ellas.
PPD: Podéis enviarme, sin problema, todos esos trozos de tarta que no se comen vuestros invitados. 😉
Y si vivís en Coruña o venís por aquí, tenéis que visitar “The Moon Bakery”, o “Sweet Place Coruña”. Hacen verdaderas maravillas y está todo buenísimo.
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